Primeramente empezaríamos con un afinador. Siendo aconsejable, en mi opinión, poder tener a mano alguno que se dedique a recoger las vibraciones de las cuerdas en vez de basarse en el sonido. Ya que de esta forma si hay gente haciendo ruidos a nuestro alrededor, no nos influirá en la afinación de nuestro instrumento.
Una buena práctica para no necesitar afinador con el tiempo es cada vez que se vaya afinando cada cuerda con su respectiva nota intentar percibir el sonido de cada para que así se quede grabado en nuestra memoria y no nos haga falta necesitarlo cuando lo hayamos hecho unas cuantas veces.
Atención: No desesperarse en cada intento. Cada oído es diferente y a cada uno le llevará un cierto tiempo según su capacidad. Con el tiempo y la práctica todo acabará saliendo.
¡¡¡NOS VEMOS!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario